La utilización de cal viva en invierno es una práctica agrícola que ha demostrado ser de gran importancia y beneficio para el rendimiento de los cultivos. También conocido como óxido de calcio, es un compuesto químico obtenido a partir de la calcinación de la piedra caliza. Su aplicación en la temporada invernal aporta numerosos beneficios a la salud del suelo y al desarrollo de las plantas.

En primer lugar, la cal viva ayuda a mantener el equilibrio del pH del suelo. El pH es una medida que indica la acidez o alcalinidad del suelo, y muchos cultivos prosperan mejor en un rango de pH específico. Durante el invierno, las lluvias y las condiciones climáticas pueden propiciar la acidificación del suelo. La aplicación de cal viva ayuda a neutralizar la acidez, creando un ambiente más propicio para el crecimiento de las plantas y mejorando la disponibilidad de nutrientes esenciales.

Además, su uso contribuye a la mejora de la estructura del suelo. En invierno, la tierra tiende a compactarse debido a las lluvias y a la acción de las bajas temperaturas. La cal viva actúa como un agente descompactador, favoreciendo la formación de agregados más grandes y permitiendo una mejor circulación del agua, el aire y los nutrientes en el suelo. Esto facilita el desarrollo de un sistema radicular más extenso y saludable para las plantas.

Control de patógenos

Otro aspecto relevante es su capacidad para controlar patógenos del suelo. La cal viva tiene propiedades antimicrobianas que ayudan a reducir la presencia de organismos patógenos y enfermedades que pueden proliferar en condiciones de humedad y bajas temperaturas propias del invierno. Esto contribuye a mantener la salud de las plantas y a prevenir la propagación de enfermedades que podrían afectar negativamente los rendimientos de los cultivos.

En resumen, la utilización de cal viva en invierno en las huertas se revela como una práctica agrícola esencial para garantizar suelos saludables y productivos. Al mantener el equilibrio del pH, mejorar la estructura del suelo y controlar patógenos, la cal viva se convierte en un aliado valioso para los agricultores, promoviendo un entorno propicio para el desarrollo óptimo de los cultivos y contribuyendo al éxito de la producción agrícola.