Semillero de tomates

Plantar una sola variedad de tomates puede llegar a ser insuficiente para alguien enganchado a los sabores, texturas y colores de este fruto. Los tomates tienen la gran virtud característica de poder consumirse en crudo y al instante, es decir, recién arrancados de la mata, y eso es uno de sus mayores atractivos a la hora de decidir su instalación como cultivo fundamental del huerto estival. Además, son ricos en vitaminas C y A, además de en potasio, hierro, fósforo, magnesio y calcio.

Haga semilleros con tomates en bandejas con sustrato multiusos fertilizado, que podrá encontrar en Lur 2000. Planifique su colocación para lanzar las semillas a voleo y sin agolpar. Tape después con medio centímetro de sustrato y riegue en forma de lluvia fina.

  • Entutorado: proporcione los soportes adecuados a las plantas asegurándose de que son suficientemente sólidos para aguantar su peso. Utilice cañas cortas y sólidas y ate con plástico el tallo según va creciendo. Cuide que el atado tenga suficiente holgura para no estrangular la rama.
  • Pinzado y despunte: cuando hayan florecido o fructificado suficientes racimos, pince el brote terminal, dejando 2 o 3 hojas por encima del último racimo. Elimine las hojas por debajo del racimo en proceso de maduración para favorecer la entrada de luz. Pince todo brote lateral que aparezca en los ángulos entre el tallo principal y cualquiera de los tallos laterales.

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